Septiembre de 1978. La posición de Antonio en el Ministerio tiene sus privilegios o, por lo menos, es lo que piensan algunos. Desi le pide que le eche una mano a Clara, ya que va a presentarse a una oposición para bedel en Agricultura. El patriarca de los Alcántara intentará hacer todo lo posible, aunque no siempre las cosas salen como uno quiere. Ni siquiera siendo Director General. Mientras, Mercedes no acaba de congeniar con Pituca pero, visto el interés que pone ella, no puede negarse a la propuesta que le hace de ir de compras. Lo que parecía que iba a ser una tranquila tarde de tiendas se acaba complicado debido a las excentricidades de su vecina. La cosa también se complica para Toni. A la desaparición de las pruebas testificales del juicio de despidos masivos del capítulo anterior, se une el hecho de que el único testigo que tenían decide no acudir a la audiencia. Además, la situación en casa con Inés continúa tensa, y más desde que Toni se ha enterado que mantiene una relación con Jaime. Por otra parte, Luis, el amigo de la infancia de Carlos, vuelve al barrio con una sorprendente noticia que dejará a todos boquiabiertos. Y es que aunque acaban de cumplir la mayoría de edad, algunos ya piensan en su futuro más inmediato. Los problemas tampoco terminan para Miguel, disgustado porque, desde que discutió con Francoise y se fue a París con su madre, no ha vuelto a saber nada de ella.