Los pilotos de Benasque (Huesca) viven un complicado rescate en el Pico Culebras: una adolescente ha sufrido un aparatoso accidente y está asustada. Pero la falta de visibilidad por las densas nubes y el viento dificultan el vuelo del helicóptero hasta ella. El aparato realiza varios intentos, exponiendo la seguridad de la tripulación y poniendo a prueba la pericia de los pilotos. Por otro lado, lo que parecía un día perfecto en el Mulhacén para dos amigos, se convierte en la peor de sus pesadillas. Un resbalón por el hielo en el Paso de los Franceses provoca la caída por el precipicio de uno de ellos. El frío de la noche, la nieve y la dificultad para acceder hasta allí, ponen en peligro la integridad de los dos amigos.
Un hombre francés viaja con su hija de 16 años por los pirineos aragoneses, tras una larga ruta deciden separarse y verse más tarde en el refugio. Ya sin luz, el padre tiene que dormir al aire libre al hacerse de noche. Por la mañana reanuda su camino hacia el refugio para reencontrarse con su hija, son dos montañeros experimentados y confía en encontrarla allí, pero al llegar descubre que no hay ni rastro de ella. Raúl, el guarda del refugio y el resto de trabajadores intentan tranquilizarle, alertan a la Guardia Civil e incluso salen en su busca. El capítulo también nos cuenta el difícil rescate de tres montañeros que en el año 2017 viajaron a Picos de Europa a realizar diferentes actividades. Durante el trayecto iban mandando fotos a sus familias. Después de unos días sin noticias, los familiares deciden contactar a la Guardia Civil. Las fotos enviadas en las últimas comunicaciones son clave para encontrarles
Los greim de Boltaña acuden al Pico de Troumouse, Pirineos, donde un desprendimiento de rocas ha sorprendido a dos alpinistas. La orografía dificulta la evacuación de uno de los accidentados y de su compañero fallecido, ladera abajo. Una triste experiencia para los Guardias Civiles que, muchas veces, se enfrentan a trágicos accidentes y se ven obligados a gestionar sus propias emociones. Por otra parte, asistimos a un rescate en Montrebei, entre Aragón y Cataluña. Un experimentado guía de montaña cae en una pared de escalada, quedando a 300 m del suelo. La acción de los greim es complicada y conlleva un riesgo enorme: un descuelgue lento y con múltiples anclajes hasta la última reunión, y un largo rapel para llegar al suelo con el accidentado. Después de 10 largas horas, el rescatado puede respirar tranquilo.
El riesgo forma parte de la vida de los grupos de rescate de montaña y los pilotos de la Guardia Civil. Sin embargo, no siempre es fácil asumir sus consecuencias. En agosto de 2014, un grupo de rescatadores acuden a auxiliar a un accidentado en el Pico de la Polinosa. La zona tan vertical complica las labores de evacuación del herido hasta puntos insospechados. Una vez más la profesionalidad de los GREIM está por encima de cualquier situación imprevista, por trágica que sea. Además, actuar en un rescate es tan complejo como impredecible. Por eso Nuria, médica del 061 destinada en Benasque, vive con expectación e intensidad sus primeras acciones de apoyo en los Pirineos.
En un día soleado y apacible, tres espeleólogos entran en una cueva. Atraviesan un sifón con un rápido buceo y continúan caminando. Al poco tiempo, la meteorología en el exterior cambia radicalmente y se desencadenan varias tormentas que inundan el estrecho sifón y la galería contigua, colapsando la salida. Tras el aviso de socorro, es necesario movilizar un enorme despliegue humano para atravesar las rutas anegadas de la cueva. Cada minuto cuenta y se desconoce la situación de los tres accidentados. Por otra parte, los GREIM de Benasque acuden a auxiliar a una pareja enriscada junto al glaciar del Aneto. Es la última hora de la tarde y el helicóptero no encuentra ningún apoyo seguro donde posar su patín. La luz del día se acaba y el combustible del aparato es escaso. Cae la noche y es imposible sobrevolar la zona. Los GREIM deben pasar la noche junto a los accidentados y esperar a que amanezca. Deben superar una noche de frío, suelo de rocas y soledad bajo el cielo estrellado del Anet
Una llamada de socorro de un grupo de espeleólogos alerta a los SEREIM de Jaca. Conociendo las dificultades de un rescate bajo tierra, acuden por aire y tierra hasta la boca de entrada de la cueva de Aven Marañán, en Villanúa (Huesca), con la mayor celeridad. Tras una precisa intervención y la inmediata actuación del médico del 061, preparado para casos de emergencias también en cavidades subterráneas, llegan hasta el herido y estudian la mejor manera de evacuarlo de allí rápidamente. Además, el terrible accidente de un joven que realizaba un curso en el barranco de La Bolera (Jaén) pone en aviso a los cuerpos de rescate. Tras llegar al lugar del suceso y analizar lo ocurrido, intentan recomponer los hechos y dar una explicación. Pero algo no cuadra. El equipo de SEREIM de Granada lleva a cabo una exhaustiva investigación hasta esclarecer lo sucedido. El caso termina en los tribunales.
La llamada de dos hombres que han sufrido un grave accidente al estrellarse la avioneta en la que iban, conmociona a los grupos del GREIM. Suponiendo la gravedad de las heridas, los cuerpos de rescate se desplazan hasta el lugar lo más rápido posible. El aparato, a unos 2.532 metros de altitud, se ha destrozado y es difícil localizarlo. Y el tiempo cuenta en su contra. Por otro lado, una pareja de belgas de casi 80 años se pierde descendiendo el Teide y se adentra en un peligroso y escarpado terreno. Tratando de encontrar el sendero, cae la noche. Las bajas temperaturas y el viento ponen en riesgo sus vidas. El helicóptero de la Guardia Civil no puede volar de noche, pero 3 GREIM suben a auxiliarles. La valentía y la decisión de salvar a los accidentados a toda costa llevan a los miembros del GREIM y el SAER a realizar auténticas acciones heroicas.
El Gran Trail Aneto-Posets, una carrera de 205,7 kilómetros rodeando las dos cumbres más altas de los Pirineos, atrae a unos 300 participantes. No todo el mundo está preparado para este reto; los peligros existen y las medidas de seguridad deben ser rigurosas. Los greim de Benasque auxilian a múltiples accidentados. La enorme cantidad de gente corriendo por la montaña complica las labores de rescate. Por otro lado, en 2018 el conocido espeleólogo Xisco Gracia bucea en la cueva de La Piqueta con su compañero Guillem. Después de unas horas, no encuentran el camino de vuelta. El hilo guía se ha desprendido y apenas les queda aire para continuar. Mientras Guillem prueba suerte para salir por un camino alternativo, Xisco queda solo, casi sin luz, en una galería con altos niveles de dióxido de carbono. Las labores de rescate y espeleobuceo son complicadísimas. Las horas y los días pasan, y parece imposible llegar hasta él. Geas y Greim trabajan juntos, poniendo en cada palmo de la cueva su v
Los Greim de Benasque reciben una alerta de dos accidentes en el pico más alto de los Pirineos, el Aneto. Su glaciar presenta en verano un suelo helado, que supone un riesgo para aquellos montañeros que suben sin la equipación adecuada: crampones y piolet. En una pendiente de 30 grados, los rescatadores auxilian a varios montañeros que han resbalado por el hielo, perdiendo incluso una zapatilla. Las labores de rescate se realizan con las máximas precauciones, por la inseguridad de caminar en la placa del glaciar y la inestabilidad del helicóptero para aterrizar entre las rocas y el hielo. Además, en 2007 una espeleóloga sufre una herida grave a 600 metros de profundidad y 5 kilómetros de la boca de una cueva de Isaba, Navarra. El rescate fue uno de los más complicados de la zona. Acudieron 150 especialistas, que necesitaron varios días y técnicas sofisticadas para socorrer a la mujer.
Una senderista sufre un accidente en un sendero en una zona de arboleda a la que no puede acceder el helicóptero. Al llegar descubren que tiene una rotura de tobillo. El médico asiste a la señora y le suministra un calmante para el fuerte dolor, y los guardias preparan la camilla especial para poder evacuarla a hombros. Un trayecto de más de 20 minutos de gran esfuerzo físico que permite llegar a una zona despejada donde poder recogerla y trasladarla a un hospital. Por otra parte, veremos la devastadora acción de la Dana de 2017 que dejó anegadas poblaciones enteras. Pilotos y grupos de rescate de Huesca, Granada y Murcia, entre otros, se desplazaron hasta Levante para auxiliar a cientos de víctimas: personas arrolladas por las inundaciones, aisladas en tejados, encima de coches y camiones. 4 días de intensa actividad, 12 helicópteros volando sin descanso y, en ocasiones, sin visibilidad, hasta las últimas horas de luz, demuestran el espíritu de entrega y sacrificio de los cuerpos del
Con el verano llegan a los Pirineos cientos de deportistas deseosos de ascender el Aneto. En agosto, su glaciar ya está descarnado, sin nieve, y deja expuesto el hielo más duro dificultando su paso. En ocasiones, los montañeros no utilizan el material adecuado y las consecuencias son devastadoras. Además, si el vestuario utilizado no es el adecuado, las graves quemaduras están aseguradas. Los grupos de rescate se encuentran con uno de los días más difíciles del año: un aluvión de alpinistas resbala en el glaciar del Aneto, uno detrás de otro, poblando el hangar de heridos. Un día agotador sin descanso, donde los miembros del GREIM y pilotos dan el 100% para salvar vidas. Y además, los grupos de rescate también auxilian animales, sobre todo mascotas. La perrita Canela sufre una caída en la Foz de Lumbier, Navarra, y queda sola y desamparada en una diminuta repisa de la pared. Los GREIM realizan un técnico descenso para salvar al animal y reconducirlo hasta su dueño.
Un corredor de montaña se encuentra unos restos humanos en la frontera pirenaica. Tras la investigación judicial, se averigua que la fallecida es una alpinista británica desaparecida 7 meses antes, y cuya búsqueda por parte de voluntarios, los gendarmes franceses y los Cuerpos de Rescate de montaña de España había sido larga y complicada. Durante el mes de noviembre, los Greim estuvieron rastreando la zona buscando a la montañera sin éxito. Las nieves del invierno cubrieron los Pirineos y las labores se detuvieron. La desaparecida era una bloguera bastante conocida en su país. La prensa siguió atentamente el suceso. Con el buen tiempo llegan nuevos montañeros a los Pirineos. Uno de ellos encuentra a la chica en el lado francés. Por otro lado, dos accidentados en un agujero del Pico Balaitus llevan a los Greim a enfrentarse a uno de los rescates más arriesgados de sus vidas. El tiempo tormentoso y el viento hace que el ciclo de grúa para extraer a los heridos se convierta en una hazaña
La montaña es un lugar de riesgo. Todos estamos expuestos a accidentes. Incluso los miembros del grupo de rescate de la Guardia Civil. En Benasque se vive uno de los días más duros para los greim. El accidente de un compañero, Jorge, mientras realizaba una escalada en su tiempo libre, moviliza a toda la unidad. Es el más veterano, le quedan pocas semanas para jubilarse. Y ahora ha caído varios metros en una pared de escalada y requiere auxilio urgente. En el hangar se viven los momentos más tensos del año para rescatar a su amigo en peligro. Todos desean ayudar. Por otro lado, la evacuación de un chico atrapado en una grieta de un barranco requiere un rescate muy complicado. El fuerte caudal del agua impide el acceso hasta él y los greim tienen que inventarse fórmulas nuevas para sacarlo de allí. El proceso dura 4 días y conlleva el esfuerzo sobrehumano de todos los especialistas. Especialistas que, como veremos, nunca dejan de estar expuestos al peligro.
El Espolón Esparrets es una zona rocosa en el valle de Pineta, Pirineo aragonés. Dos grupos de montañeros se ven enriscados, cada uno por su lado, a 3.000 m de altitud, en una gran pendiente. A sus pies, las rocas sueltas se desprenden constantemente, por lo que temen precipitarse por la montaña. No son capaces de avanzar, ni de retroceder. Se ven obligados a pedir ayuda. Cualquier paso en falso puede ser irreparable. Además, dos personas escalan el Pico Abadías, una montaña de 3.279 m de altitud. Una vez en la cima, empiezan a descender rapelando, pero el nudo de la cuerda se engancha en una fisura y quedan atrapados en una repisa muy pequeña sin poder continuar. No tienen cuerda para llegar hasta abajo. Para colmo, avanzan las horas y el frío, y las fuertes rachas de viento y la nieve hacen peligrar sus vidas. La actuación de los Greim es inmediata y arriesgada. Saben que va a ser un rescate largo y arduo. Las probabilidades de utilizar el helicóptero y acortar el tiempo de actuación
Un día de montaña se puede convertir en una pesadilla. Dos amigos recorren tranquilamente El Moncayo, pero sufren un alud que les sepulta bajo nieve durante 3 horas. La niebla, la ventisca y el viento dificultan una búsqueda a ciegas, donde las probabilidades de encontrar a alguno de ellos con vida son mínimas. Aun así, los greim luchan contra los obstáculos para encontrarlos. Por otro lado, en casos de arritmias, infartos o golpes de calor, donde la intervención debe ser rápida, la actuación de los médicos es primordial para salvar vidas. Ellos acompañan a los greim en los rescates de Pirineos, están preparados para moverse en la montaña y atender las urgencias que en ella surjan. Intervienen con estrés, en entornos muy diferentes a los de un hospital, pero cuentan con la ayuda incansable de los socorristas del greim.
Un parapentista cae en pleno vuelo. Herido y oculto entre un parapentista cae en pleno vuelo. Herido y oculto entre los árboles de Arén (Huesca), es difícil encontrarle desde el aire. Además, los greim afrontan uno de sus rescates más arriesgados: sacar a un barranquista de un cañón estrecho, laberíntico y profundo, a punto de inundarse por una tormenta.Los árboles de Arén (Huesca), es difícil encontrarle desde el aire.
Un montañero sufre un accidente en la Vía Ferrata de Boltaña, dañándose la rodilla. Queda colgado en la pared, con fuertes dolores, a la espera de ayuda. El rescate es difícil por la complejidad del lugar, ya que el herido debe ser atendido por la médica in situ. La extracción solo puede realizarse con un ciclo de grúa de helicóptero, con los riesgos que siempre conlleva esta maniobra. Por otro lado, un montañero recorre Peñalara con sus amigos en pleno invierno. Cae la noche y la nieve comienza a helarse. Al dar un paso, el chico se resbala y cae cientos de metros por una ladera de hielo, sin poder frenar. Se trata de un gravísimo accidente que le deja en una situación de riesgo extremo: solo, sobre un gélido suelo y en una pendiente muy inclinada. Una llamada a sus compañeros antes de quedarse sin batería, puede ser su última esperanza.