Aguirre le encomienda a Quart la investigación de la profanación de una iglesia en Toledo y el ataque a su párroco. El nuncio piensa que detrás del suceso se esconde un grupo satánico. Judas le acompaña y retoma la relación con una prima suya, Rocío, un amor de juventud que vive en la ciudad del Tajo. El sacerdote y el seminarista descubren que en la iglesia profanada hay dibujado un extraño símbolo: una runa nórdica cruzada por rayos. El joven se sorprende al ver el dibujo ya que es exactamente igual a la portada del grupo de Black Metal de Rocío. Mientras, Judas desaparece. Ha sido secuestrado en extrañas circunstancias. En el transcurso de la investigación, aparecen los cadáveres de los padres de Toño, bajista del grupo Black Metal. Macarena ayuda a Quart con las runas y descubren que la iglesia fue un antiguo lugar de culto vikingo. El sacerdote y la restauradora sienten una especial atracción el uno por el otro. Ambos buscarán al seminarista.