Faiza Ashraf fue secuestrada cerca de Oslo de camino al trabajo. Desde el maletero de su secuestrador pudo llamar y hablar con la policía durante más de 30 minutos en los que les dio todo tipo de detalles, como la descripción de su secuestrador y el nombre de la persona que lo podría haber encargado, pero no fue suficiente para que la policía la encontrara a tiempo.