Natascha Kampusch ha tenido a la vida en su contra desde el momento en que nació. Criada en una familia disfuncional y llena de violencia, fue secuestrada a los 10 años por un pederasta quien la mantuvo oculta en un zulo, en donde abusó de ella a su antojo, durante 8 años hasta que Natascha consiguió escapar. Una vez libre y con la verdad conocida, tuvo que seguir aguantando envites de la prensa, políticos y policía, así como de la propia sociedad, todo por no aparentar tan traumada como el público esperaba.