Laura y Xavier salen a cenar, es su primera cita. Él es padre viudo; ella lo acaba de dejar con su novio de toda la vida, Iván. Él es cirujano, ella profesora de literatura. Ambos disfrutan de una agradable velada hasta el momento de decir hasta mañana. Un inconveniente empuja a Laura a invitarle a pasar: bromean, beben vino, se besan… Hay química entre ellos. A la mañana siguiente Laura se despierta encontrándose muy mal. Xavier, ilusionado por todo lo que pasó la noche anterior, le cuenta a su amigo Rafa que quiere volver a verla. Le envía un mensaje. Laura al leerlo se encuentra todavía peor. No quiere hablar de la cita. Va a casa de su hermana, apenas puede articular palabra. Xavier la ha violado. La policía detiene al cirujano. Laura le ha denunciado, pero no hay pruebas y le dejan en libertad. Xavier va a verla. Desesperado, insiste en que tiene que tratarse de un malentendido, él no es así. Pero Laura está decidida a que todo el mundo sepa la verdad.
El post que Laura subió contando lo que Xavier le hizo la noche de la cita, no ha causado el efecto que ella esperaba. La policía sigue sin creerla y también muchas de las personas que lo han leído. Su hermana Cata sabía que eso iba a pasar. Mientras hablan, Laura recuerda algo de la noche de la cita. Xavier la drogó para violarla. Convencida de que la policía no hará nada, Laura encuentra la manera de colarse en casa del cirujano en busca de alguna prueba que demuestre su versión. Mientras, Cata, que no se siente la mejor de las hermanas, le pide a Iván que investigue a Xavier. También Laura le pide ayuda. Ha visto en casa del cirujano algo que puede incriminarle, pero debe ser la policía quien lo encuentre. Tiene que conseguir que sus compañeros registren la casa. Xavier, muy afectado por la publicación en internet, necesita saber que su hijo le cree. No ha hecho nada de lo que la profesora cuenta. Un hombre del pasado de Laura se pone en contacto con Xavier para ayudarle.
La policía no encontró nada en casa de Xavier durante el registro. A pesar del miedo, Laura decide volver a su casa. Mientras, tanto, Xavier se ha reunido con Mario, el antiguo jefe de Laura. No es la primera vez que Laura hace una denuncia falsa. A él le destrozó la vida y no va a permitir que lo haga otra vez, hablará con la policía. Pero en el Instituto se ha corrido la voz y Lucas está sufriendo las consecuencias. Laura se entera de que el juez ha archivado la causa, se siente impotente. Ve a Amal, la novia de Lucas, en el patio del instituto a punto de desmayarse. Algo grave le pasa. La lleva al hospital. El padre de la chica no puede enterarse de lo que ha hecho. Sólo una persona puede ayudarles: Xavier Vera. El cirujano no puede creer que le esté pidiendo que mienta. Iván, enfadado por la decisión del juez, advierte a Xavier de que le está vigilando, pero él se defiende: o le dejan tranquilo o le contará a Laura que se está acostando con su hermana.
Laura, aterrorizada al descubrir que Xavier ha entrado en su casa, decide hacer algo. Viaja a Madrid en busca de pruebas contra Xavier. Necesita saber toda la verdad sobre lo que pasó con María, su difunta esposa. Habla con su madre y con Elena, su mejor amiga, pero no consigue nada. Mientras, en Palma, Daniela, la inspectora que lleva el caso, no soporta la idea de haber dejado, una vez más, a un violador en la calle, y pide un traslado. De camino al aeropuerto, Laura recibe la llamada de Elena, hay algo que debe saber sobre Xavier. Viajará con ella para contárselo a la policía. Van a pararle. Pero en el último momento Elena cambia de opinión. Laura vuelve a Palma más perdida que nunca. Al llegar a casa descubre que Xavier le ha puesto una demanda por difamación. Va a verle fuera de sí. Le dice que sabe por qué murió su mujer. Pero no sirve de nada, él, tiene una nueva víctima, y se siente más impune que nunca. Laura va a ver a su hermana, destrozada.
Laura se deja arrastrar por el mar, pero algo cruza por su cabeza, de pronto sabe qué tiene que hacer. Coge la pala y rema con fuerza hasta llegar a la orilla. Sale del agua al límite de sus fuerzas. Cae desplomada, pero cuando se despierta es otra. Convence a Iván de que le deje una pistola para protegerse y se va después de descubrir que él y Cata tienen una aventura. Las pruebas de Daniela han dado positivo en escopolamina, la ginecóloga sospecha que pueda ser víctima de una agresión sexual, pero Daniela no quiere admitirlo. Silva lo descubre: Xavier Vera la ha violado. Le asegura que esta vez no se saldrá con la suya. Consiguen una orden para acceder al GPS de su coche. Cata e Iván preocupados por Laura tratan de dar con ella. Pero les engaña para que no sepan que está armada delante de casa de Xavier. Le sorprende montando en el coche y le lleva a la fuerza hasta el club de kayak. Pero una vez allí, Xavier consigue desarmarla. Forcejean y la cosa se pone muy fea para Laura.
Tres meses después. Laura ha decidido pasar página y seguir adelante con su vida. Ha empezado a salir con Fran, el músico al que conoció antes de su viaje a Madrid, se está planteando volver a trabajar, cambiar de casa… Cuando sucede lo que más temía: ve a Xavier caminando tranquilamente por la calle, y lo que es peor, acompañado de una mujer. Laura se preocupa por ella. La localiza en las redes y la cita en un bar. Le advierte de quién es Xavier y de lo que es capaz, pero ella, no lo cree. Xavier se entera de lo que ha hecho Laura y va en mitad de la noche a amenazarla. Al día siguiente Laura va a ver a Daniela. Le cuenta lo que ha sucedido y sus sospechas. Por algo que dijo Xavier está segura de que grabó las violaciones. Daniela no le hace caso. Laura, molesta y sin sospechar que la inspectora está al frente de un operativo para atrapar al violador del que no puede hablar, decide investigar por su cuenta. Descubre el escondite de Xavier y consigue hacerse con las cintas.