Rodrigo Palma (Mauricio Inzunza) y Ángela (Marcela Espinoza) decidieron contraer matrimonio. La ceremonia fue simple y no asistieron a ella ninguno de los familiares cercanos, debido a desencuentros y disparidades de opinión entre ellos. De modo que, de común acuerdo, los padres de ambos decidieron marginarse del evento más importante de la vida de sus hijos. Esta historia es muy especial, fundamentalmente porque habla de un sentido de criminalidad muy pocas veces visto. Y aunque su tema principal- el amor- puede ser lugar común- , en esta ocasión sus protagonistas- como una suerte de Romeo y Julieta- ven que de la noche a la mañana, los planes de tener una familia numerosa y feliz, se transforman en la peor de sus pesadillas.