Los Protectores están en serios problemas, ya que tienen una causa por narcotráfico. Por medio de contactos de Conde, logran la libertad condicional hasta que se lleve a cabo el juicio penal. Todos quieren salvarse, pero uno lo hace aparentemente por izquierda: Reynaldo va a ver a Cartens y ofrece venderse, entregar lo que sea a cambio de su libertad y de volver a Colombia para rehacer su vida. Cartens, a su vez, le dice que ya no tienen nada que ofrecer, que ya les quitó todo, pero Reynaldo le hace ver que no, que aún tienen una joya escondida: una jugadora joven que está prometida a un club japonés.