Ella y Odile van al Inferus dispuestas a pasar un buen rato mientras intentar convencer a Tamar de que deje a Mike el día libre para participar en el campeonato de karaoke. Pero el Inferus es un bar lleno de demonios libres y no todos ven con buenos ojos la complicidad entre la Primera Princesa del Infierno y el ángel.