Descubrimos cómo la capital gaditana se convierte en modelo de las nuevas ideas de la Ilustración y en joya del Neoclasicismo. El siglo XIX es el siglo de Cádiz, que, gracias a obtener la concesión del monopolio del comercio con América, se convierte en una ciudad rica y moderna donde se instalan comerciantes de todo el mundo que aportan costumbres que con el tiempo se han hecho de lo más andaluzas. Una buena muestra la constituye el Carnaval, cuyo origen, así como el de los tanguillos, los confetis o las serpentinas, puede encontrarse en este periodo histórico. En el Cádiz de aquella época también se celebró la primera lotería de nuestro país, y en la vecina Jerez se crearon las primeras grandes bodegas de vino, además de instalarse el primer alumbrado eléctrico público de España, y el primer tren de Andalucía.