Rómulo cuenta a Manuel la verdad sobre Pía, pero también le cuenta que sabe que tiene algo con Jana. Tanto Catalina y Pelayo como Martina y Curro tienen un acercamiento, pero sin traspasar la línea de la amistad. Martina agradece a todos lo que han hecho por ella y reitera su beneplácito a Ayala para que se case con su madre. El conde vuelve a pedirle en matrimonio, esta vez a pecho descubierto. Todos piensan en trasladar a Pía de la cueva y cuando Rómulo se lo cuenta al marqués, el mayordomo duda si contarle también lo que hay entre Jana y Manuel.