Rosario visita a Emiliano en un momento clave, le devuelve el dinero que él le había dejado y, con una conversación cargada de sinceridad, logra hacerlo dudar sobre su decisión de abandonar el país. Rosario le cuenta a Katia los detalles de su primer beso con Emiliano, recordando cada instante con emoción y nerviosismo. Al mismo tiempo, confiesa lo triste que se siente por no conocer casi nada sobre él.