Víctor y Selva han logrado dar con Can Falgueres, pero quizá sea demasiado tarde: el padre de Sara, Ángel, ha escapado. Además, todas las piezas del puzle que ha sido la investigación de Tramuntana logran encajar y, en el centro de ellas, está Can Falgueres: un lugar perdido en la montaña donde la clase alta de la isla se permitía abusar de un grupo de chicos y chicas que no tenían protección. Sin embargo, saber lo que ha ocurrido, incluso tener los nombres de los culpables, no parece suficiente para que se logre hacer justicia. Samiah, Bela y Julia son solo un ejemplo de esas víctimas que no parecen importar a nadie. Algo que los guardias no van a permitir.