La búsqueda de Sara se convierte en una contrarreloj desesperada. Víctor y Selva, por su parte, se encuentran con el muro de silencio de Cati: aunque sepan que ella está detrás de lo sucedido, no va a hablar. Además, tampoco logran dar con Samiah, mientras los dos agentes van atando cabos y empiezan a entender mejor qué es Can Falgueres. Ese lugar es donde está atrapada Sara, que se ve obligada a vivir su particular infierno: enfrentada a su pasado, a lo que vivió siendo pequeña al lado de su padre. Un infierno del que parece imposible salir con vida.