En las calles de París se escuchó un grito de alivio y euforia nada más conocerse los resultados de las elecciones legislativas francesas del pasado domingo. Fueron unos comicios que provocaron sorpresa, por la victoria del Nuevo Frente Popular e incertidumbre, por no saber de qué partido saldrá el próximo primer ministro. Francia afronta el reto de intentar un gobierno de coalición en un país sin tradición reciente de alianzas estables entre partidos.