Amanda desaparece y aunque algunos no le dan importancia, Íñigo teme que sea la siguiente víctima de la "maldición" de la ouija. La policía busca a Javi que, tras despertar del coma, continúa su enloquecida búsqueda de culpables. Nikoletta decide enfrentarse en el pozo al espectro maligno pero su poder supera toda medida llegando incluso a dominar a la pequeña Ana. Tras una tensa sesión de espiritismo el médium Jorge Selvas insiste en que abandonar la casa no librará a los Pardo-Simón de las desgracias. Aunque Irene ya no soporta las apariciones, cada vez se siente más atraída por Selvas y decide tomar la iniciativa. La azafata Rebeca está dispuesta a cualquier cosa con tal de retener a Diego a su lado mientras Clara se harta y plantea el divorcio. Pero la familia se reúne otra vez para vestirse de luto. Antes fue el suicidio de Fausto y ahora de nuevo despiden a alguien demasiado joven para morir...