Acosado por los remordimientos, Íñigo llama al servicio de emergencias para que rescaten el cuerpo de una mujer atrapado en el fondo de un barranco por culpa de la conducción temeraria de Silvia. Superada por los extraños fenómenos que se suceden en la casa, Clara acude a unas sesiones de hipnosis clínica. Su terapeuta le pone en contacto con Jorge Selvas, un joven y atormentado médium a quien le suplica ayuda para su familia. Ana, por su partes, establece una secreta relación con el espectro de Raúl, y Nikoletta, la empleada doméstica, se esfuerza por recuperar el cadáver que hay en el pozo. Javi continúa en coma. Y quien tendría que investigarlo todo, la inspectora Ruth Berlín, descubre que el mundo de los vivos y el de los muertos están más cerca de lo que ella creía.