Tras la sesión de espiritismo, Javi, el miembro más díscolo del grupo, ha sido lanzado a través de la ventana por una fuerza invisible. Su cuerpo, estrellado contra el fondo de la piscina, yace inconsciente entre la sangre y los cristales rotos. Íñigo avisa a sus padres de la desgracia, y los servicios médicos y la policía acuden inmediatamente a la vivienda. Mientras Javi se debate entre la vida y la muerte, todos tratan de explicarse lo sucedido. Surgen los primeros cruces de acusaciones entre familias y amigos. La familia Pardo Simón se encuentra en la diana. Pero la inspectora Ruth Berlín, mientras sus jefes y sus fuerzas se lo permitan, tratará de esclarecerlo todo. El mensaje que la ouija les ha lanzado a los chicos es claro: entre ellos viven dos presencias que responden al nombre de Raúl y Elisa. ¿Pero qué esperan de ellos? ¿Por qué se manifiestan de forma violenta? ¿Hasta dónde están dispuestos a llegar? Iñigo calla: ¿Qué significado tiene el número 611?