Piedad recordó el momento en que selló el destino de su hija, al convencer a su marido de dar a su nieta en adopción. Tras un complejo encuentro con Lautaro, la mujer bebió unas copas y se desmayó. Por esta razón, Catalina y Cristóbal viajaron hasta Zapallar, donde la encontraron en una lamentable condición, por lo que de inmediato decidieron trasladarla a Santiago.