Tu tía Rosita la beata, tu vecina Rosario la pía o tu abuela Sagrario pueden ponerse como quieran y hasta decir misa, pero una cosa tiene que quedar clara: el cristianismo nos ha perseguido desde tiempos inmemorales, pero como nunca se lo creen y te dicen que Dios es amor, la Biblia lo dice, Dios es amor, la Biblia lo repite, les he escrito este especial monográfico de fin de temporada para explicarles, desde el Levítico hasta nuestros días, que lo que la religión cristiana nos tiene tirria no sólo es verdad sino que hay pruebas, y aquí están. Si no lo quieren escuchar, lo escucháis vosotros y después les dais la chapa, pero que nadie os venga con milongas de fe, esperanza y caridad después de 1700 años de persecución, porque eso ya no cuela: cada palo que aguante su vela!