Sor Juana Inés era lista, leída, adelantada a su tiempo, una intelectual que le daba mil vueltas a todos los hombres que la rodeaban, en especial a sus compañeros religiosos, que no la podían ni ver por ser mujer y pensar, escribir y tener una visión humanista de la vida y sobre todo del papel de la mujer en su propio tiempo. Fue una luchadora incansable del Humanismo y aunque no hubo amor carnal (al menos que se sepa) sus poemas de amor hacia su amadísima virreina, María Luisa Manrique de Lara y Gonzaga, condesa de Paredes, son una auténtica declaración de amor entre dos mujeres. Escribió teatro, novela, ensayos, música y mil cosas más.