Ay, Diáguilev! Ojalá todo el éxito profesional que tuvo y la fama que alcanzó hubiera sido directamente proporcional a su vida sentimental! Se pasó la vida entre bailarines, compositores, pintores y lo más granado de principios del XX, fundando los Ballets Rusos con su amante Nijinsky, un pedazo de bailarín que al final abandonó al empresario y con ello casi su propia carrera.