A fines de 1989 Santiago se vio afectado por una ola de asaltos de extrema violencia en moteles de la capital. Un hombre y una mujer simulaban ser una pareja de enamorados, mientras otra pareja espera a fuera en un taxi. La naturaleza de estos asaltos provocó que la investigación estuviese a cargo de la Brigada de delitos sexuales de la Policía de investigaciones. Los testimonios de las victimas decían que los y las asaltantes actuaban con extrema violencia, liderada por una misteriosa mujer llamada Irma Bruning, La Pindy. Los asaltantes de los moteles se ven conectados con un misterioso asesinato a una mujer acaudalada, llamada doña Flora.