El Bulli obtiene la tercera estrella Michelin. En el terreno de la búsqueda técnico-conceptual, se crea una nueva técnica de caramelización y nacen las nuevas pastas, gelatinas calientes, espumas calientes y el polvo helado. El menú evoluciona, se introducen los avant postres y los cócteles de cocina. El esfuerzo por mantener la independencia creativa lleva a derivar parte de la energía en los negocios. Aparecen dos libros más y se abre el primer taller estable en el Acuario.