En este capítulo, el Gitano (Chávez) quiere cambiar el nombre de una de las calles del barrio, y ponerle “Don Calda”, en homenaje al vecino muerto en el incendio. Luego de mucho insistir, logra que el Intendente (Moreno) lo apruebe. En el acto, están presentes tanto las fuerzas de Perotti como las de Leme (Brichta), cada bando alentando a su referente. Por otro lado, llega a la municipalidad Hernán Ponosky (Carlos Santamaría), un auditor del gobierno que viene a hacer un control exhaustivo de todos los negocios de la Intendencia y a limpiar la corrupción. En su investigación, tiene en la mira al Gitano por la coima cobrada por la construcción de las cloacas. Pero hay otro motivo que enfrenta a estos dos hombres: Hernán está interesado en Clarita (Toscano) y el Puntero no puede disimular los celos. Además, aparece en escena Mónica Dorio (Viviana Saccone), antigua amante del Gitano, y ahora concejal, que busca volver a tener algo con su ex. Lo que él no sabe, es que ella es la actual pareja del Intendente Iñiguez, lo que le terminará trayendo serios problemas.