La democracia ya no es para jóvenes. Dicho así, tal vez sea un poco exagerado, pero la tendencia está clara (y hay datos que lo demuestran). Cada vez más, están dispuestos a renunciar a libertades a cambio, por ejemplo, de poder tener un mejor proyecto de vida y más prosperidad económica. Es un tanto inquietante, pero es la realidad. ¿Por qué los jóvenes ya no creen en la democracia? Lo analizamos con Rodrigo Terrasa