La joven Rocío Wanninkhof desaparece dejando sus zapatillas y un charco de sangre, una noche de 1999. Su madre busca sin tregua hasta que aparece el cuerpo de la joven asesinada. La Guardia Civil cree que víctima y asesino se conocían.
Dolores es detenida como sospechosa. La Guardia Civil la interroga y busca pruebas. Aunque no las consiguen, Dolores es enviada a prisión provisional. Mientras, los periodistas destapan qué relación la unía con la madre de la víctima.
El jurado que decidirá el futuro de Dolores se forma contaminado por el alcance mediático del caso. Con Alicia señalando a la acusada, el juicio se convierte en un variopinto desfile de testigos que apoyan el relato de la acusación.
Dolores regresa a prisión para cumplir su condena. Seis meses después, Dolores sale en libertad porque el Tribunal Supremo anula el veredicto y ordena que se celebre un nuevo juicio. Entonces, otra joven, desaparece en la Costa del Sol.
Las pistas que deja el asesinato en Coín vinculan los crímenes de Sonia y Rocío. Se abren nuevas vías de investigación y una detención hace saltar el caso por los aires. A pesar de ello, Alicia insiste en señalar a Dolores.
Tony King acusa a Dolores durante el juicio, pero es declarado culpable y Dolores queda definitivamente libre y sin causas pendientes. Más de 20 años después, Alicia y Dolores tratan de olvidar y rehacer sus vidas cada una a su manera.