Según El Langui, cuando estás lejos de tu barrio lo echas de menos y cuando estás en él te quieres marchar. Él no se fue, y nadie puede nombrar a Pan Bendito sin pensar en El Langui, no solo su ciudadano más ilustre, sino además su bandera. Una infancia de mucha calle, de mucha vida fuera de casa, de mucha aventura. Y una infancia de mucha radio.