Los estudios de ADN en momias egipcias revolucionaron el concepto de la investigación hace casi tres décadas. Sin embargo, no son pocos los expertos genetistas que son muy cautos a la hora de valorar estos resultados ya que, al parecer, en muchos casos, están contaminados con muestras modernas, lo que altera el resultado final de la investigación. En el caso de la familia de Tutankhamón, cuyo estudio se publicó en 2010 en la revista JAMA, la polémica sigue abierta.