Doctor, empresario y hombre de éxito. H.H Holmes, fue el perfecto villano: atractivo, mentiroso y manipulador. Lo que hace único a este asesino en serie norteamericano, de finales del siglo XIX, son dos peculiaridades: su versatilidad criminal y el hecho de que utilizó técnicas y métodos del incipiente desarrollo industrial para cometer sus crímenes. Más de 200 víctimas a sus espaldas, unas memorias y una petición antes de ser ahorcado.