Parece evidente que la vecina del primero ha secuestrado a la niña Teresita. Pero la cosa no puede quedar ahí. ¡Tiene que ser una asesina! ¡Tiene que robar grasas y entrañas! ¡La prensa! ¡Los cotillas! ¡Los forenses de pacotilla! ¿Qué hay de cierto en todo esto?