Lucía duda entre seguirle el juego al acosador o no, mientras su primo le arregla el cuarto de baño y ella empieza a verle con otros ojos. Por su parte, Sergio y Natalia son invitados al circuito del Jarama por don Pablo y deben decirle por fin que han roto. Ella es feliz con su soltería y sigue tratando de vivir la vida loca, sea con Alberto o con Raúl.