Lucía ha ganado tanta autoestima tras su fiesta de antiguos compañeros del colegio que se atreve a entrarle a un chico que le gusta en la barra del Sundance. Es Dimas, guapo, encantador, buen lector, un virtuoso en la preparación de todo tipo de cócteles... Claro que Dimas no es lo que parece... Maruchi se ha tomado muy mal enterarse de que las pastillas azules eran de Zabaleta y no de Ángel. Tanto que también le ha echado de casa. Piluca y Ángel maniobrarán para hacer que vuelva la paz al matrimonio. Mientras tanto, Miguel sigue con dudas sobre el comportamiento de Lolo, ¿es gay o no lo es?