Una mujer alerta a la policía de que su vecina –papel al que da vida Llum Barrera- ha dejado a sus hijos solos y teme que les haya sucedido algo. Saúl, el hermano pequeño, está enfermo pero su hermano Jonás no quiere pedir ayuda ni avisar a su madre. Cuando el Samur va a hacerse cargo de la situación, Jonás escapa mientras sus compañeros se hacen cargo del hermano enfermo. Ya en el hospital los médicos deciden que el niño debe ser intervenido pero necesitan la autorización de los tutores. Ante la ausencia de la madre, la dirección del hospital decide llamar a los asistentes sociales para que se hagan cargo de la situación.
Cuando Almudena (Llum Barrera) llega al hospital no da crédito. Su hijo está en quirófano, el otro desaparecido y además los médicos le dicen que ya no tiene la custodia de sus pequeños. Sin embargo, ella no está dispuesta a perder a sus hijos y plantea un ultimátum al equipo médico: o le devuelven la custodia de sus hijos o se quema a lo bonzo.
Además, llegan los resultados de la autopsia de Isma –paciente fallecido en el capítulo anterior- y se descubre que el joven murió por listeria. En el hospital cunde la alarma, ya que es probable que se encuentren ante una epidemia. Poco a poco los casos se van multiplicando.