El servicio de Urgencias se encuentra en situación de caos debido a la huelga del equipo de enfermería. Elisa tiene que hacer frente a todo el trabajo sin contar con la ayuda de nadie. Esther es la líder de las huelguistas durante las negociaciones en las que se enfrenta a Santiago, representante de los intereses del hospital. Elisa debe designar a las colaboradoras que no renovarán el contrato.
Por otro lado, unos grafiteros inmovilizan a un guardia jurado para poder pintar en un edificio custodiado. El guardia consigue liberarse y se venga golpeando a uno de los asaltantes. Cuando llega al hospital, al grafitero le recibe su mujer, antigua compañera de correrías que ahora no comprende como su esposo sigue enganchado a las acciones de riesgo. Está dispuesta a abandonarle.