Asunción, madre de Nacho, un chico que ha intentado suicidarse, le pide a Cristina que le dejen internado. Tras no atender a su sugerencia, Asunción huye del hospital. Cuando Cristina le comunica a Nacho que su madre le ha abandonado, éste ataca a la psicóloga. Dos celadores inmovilizan al perturbado.
Durante un atraco, un cliente de una joyería, es herido por un disparo de los asaltantes. La bala se ha alojado en el cráneo, por lo que le ha dañado el cerebro. Su pareja llega al hospital e intercambia fríamente unas palabras con Carmen, la madre del herido. Ambos deben decidir dar paso a una operación que puede dejar a Ernesto con secuelas irreversibles.
David no quiere que le operen, pero la madre sí. La decisión corresponde a ésta última por ser familiar directo. Cuando el paciente muere, la madre se niega a donar los órganos de su hijo a pesar de que David le diga que el finado quería hacerlo. Cuando le entregan a Carmen el reloj que Ernesto le iba a regalar a David, ella se lo entrega, pidiéndole unas disculpas que éste no acepta.