Una tormenta afecta a los aparatos de una clínica privada, que se ve obligada a ingresar a sus pacientes en el Hospital Central. Para soportar la avalancha de pacientes, el equipo médico del hospital adopta medidas de emergencia y habilita la cafetería como improvisada sala de curas. Ante este hacinamiento de pacientes, Vilches polemiza con el director de la clínica privada acerca del trato que deben recibir los pacientes que vienen de su clínica.
Un hombre es ingresado después de ser alcanzado por un rayo, cuando iba a buscar a un médico para su hija enferma. Cuando los médicos logran salvarle, les pide que acudan a su casa, donde está sola y convaleciente su hija. El padre de Santiago es ingresado después de haber sufrido un infarto. En un principio, Santiago no quiere hablar con él y sólo quiere mantener una relación profesional.