Un incendio en una clínica psiquiátrica provoca un colapso en los servicios del Central y permite destapar una oscura trama contra los enfermos.
Entre los heridos del incendio está Marcos, uno de los internos del psiquiátrico, que afirma que en el centro los están envenenando. La directora de la clínica niega rotundamente esta versión, pero Javier desconfía de ella porque parece esconder algo.
Por otro lado, Alonso, uno de los pacientes al que se le colocó una válvula mitral sin complicaciones, llega de nuevo con problemas en el corazón. Aimé cree que el motivo podría ser la contaminación de los quirófanos lo que pondría al hospital en una situación muy delicada.
Además, Héctor advierte que su hija Daniela oye cada vez menos como consecuencia de la meningitis, pero se muestra reticente a operarla por miedo a que durante la intervención algo salga mal. Maca y Dávila le aconsejan que tome una decisión de forma inmediata o será demasiado tarde para poder ayudar a la pequeña.
Al hospital llega Jesús, un hombre de 60 años seropositivo. Los análisis indican que podría haber sufrido una intoxicación por una dosis inapropiada de algún medicamento. Su mujer es la que se encarga habitualmente de administrale las medicinas, lo que hará de ella la principal sospechosa. Vilches está a cargo del caso de Jesús y tratará de descubrir la verdad sobre las circunstancias de su enfermedad. Se verá también involucrado en el caso de Rusti quien ha jugado dinero y se encuentra ahora arruinado, pidiendo ayuda a Vilches.