Cientos de miles de venezolanos que viven y trabajan legalmente en Estados Unidos temen perder su estatus migratorio. Antes de dejar su cargo, el presidente Joe Biden extendió por 18 meses el llamado Estatus de Protección Especial (TPS, por sus siglas en inglés), del que se benefician cerca de 600.000 venezolanos, que dejaron su país por la crisis política y económica. Esa extensión también favoreció a migrantes de El Salvador, Sudán y Ucrania, pero el gobierno estadounidense informó ahora que será revocada la extensión para los venezolanos sin dar detalles, en un principio, sobre qué ocurrirá con las otras nacionalidades. La decisión se toma en momentos en que el gobierno de Trump vincula a la migración venezolana con la presencia de supuestos miembros de la banda del Tren de Aragua. Esto a pesar de que los datos no muestran un aumento significativo de criminalidad asociada con los migrantes venezolanos en Estados Unidos.