El joven español Francisco García Escalero tenía esquizofrenia y vivía una vida miserable en las calles, mendigando y robando. Pero tenia un oscuro secreto: había asesinado a once personas entre 1987 y 1994, y al mismo tiempo mantenía sexo con cadáveres, tanto los que él mismo había asesinado como otros que desenterró en el cementerio. Escuche sobre el hombre que fue apodado el hijo del cementerio.