Cada año, decenas de miles de personas inician juicios en Europa por haber sufrido lesiones como consecuencia de un tratamiento médico. Las luchas por una indemnización en los tribunales suelen durar años, ser caras y, por lo general, infructuosas. Una pesada carga psicológica para muchos de los afectados. ¿Es la vía judicial la mejor opción ante un error médico? ¿Cómo se puede ayudar a los pacientes y a sus familias?