Para alcanzar los objetivos fijados por el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) en materia de sostenibilidad medioambiental, es esencial reducir el consumo de carne. Alimentos como la soja, los guisantes o las habas desempeñan un papel importante en este proceso de democratización de sustitutos de origen vegetal. Incluso eliminar del consumo los productos transportados en avión puede ser una forma válida de reducir nuestra huella de carbono mediante una alimentación más consciente.