Coincidiendo con el día de la madre, Concha invita a sus hijos a pasar el fin de semana en una casa rural propiedad de Camilo (Eloy Arenas), su nuevo novio, una especie de hippy eco-naturista trasnochado. Los Navarro acuden al encuentro con una mezcla de curiosidad y repelús sin saber que Manuel, muerto de celos, les ha seguido y amenaza con arruinar la celebración.