The home of an African dictator and a sporting hero, and the facility that held apartheid's greatest critic are abandoned, but still have unique stories to tell.
En la Rep. Dem. del Congo quedan los restos de un reinado accidentado de un hombre que tomó el poder en 1965. Mobutu Sese Seko construyó edificios ruinosos que alguna vez fueron gloriosos, un estadio en ruinas y un complejo majestuoso. Estaba obsesionado con el poder, los primeros signos de su creciente megalomanía se pueden encontrar en este lugar. Sin embargo, la exhibición de su poder y riqueza debería distraer la atención de algo mucho más siniestro. A 100 Km de Londres, un conjunto de cuevas del siglo XVIII, sede de la sociedad secreta el Club del Fuego Infernal, donde se realizaban actos libertinos. La instalación que albergó encarcelado al mayor crítico del apartheid, Nelson Mandela, están abandonadas, pero aún tienen historias únicas que contar. En la selva de Brasil, un pueblo abandonado creado para una plantación de caucho y así fabricar neumáticos, Fordlandia. Y en Oakland, un auditorio abandonado recuerda la lucha de 'Los Panteras Negras' y Bobby Seale, su fundador.
In der Demokratischen Republik Kongo befinden sich die Überreste einer wechselhaften Regentschaft. Heruntergekommene einst prachtvolle Gebäude, ein zerfallenes Stadion und ein herrschaftlicher Gebäudekomplex wurden von einem Mann erbaut, der 1965 die Macht übernahm: Mobutu Sese Seko. Mobutu war machtbesessen. Erste Anzeichen seines zunehmenden Größenwahns sind an diesem Ort zu finden. Die Zurschaustellung seiner Macht und seines Reichtums sollte jedoch von etwas viel Düstererem ablenken.