In den 1930er-Jahren gilt die chinesische Hafenstadt Shanghai als „Paris des Ostens“. Die Bevölkerung wächst, die Wirtschaft boomt, Kunst und Kultur blühen auf. Im Zentrum der Metropole entsteht ein Highlight der Art-déco-Architektur. Doch hinter der filigranen Fassade des Prachtbaus fließt das Blut in Strömen. Es ist das Schlachthaus der Stadt, gebaut, um die hungrigen Massen zu ernähren. Wenige Jahre später, während des Zweiten Weltkriegs, bekommt der Tod im Schlachthaus eine neue Bedeutung.
A seemingly endless concrete line stretching through the French countryside, which sits as a monument to a discarded engineering advancement.
Både utsidan och insidan väcker frågor, med en ovanlig och komplex arkitektur inspirerad av optiska illusioner. Därför är det svårt gissa att byggnadens funktion 1933 var att döda djur snabbare, lättare och mer effektivt. Vi undersöker också spåren av spännande farkoster i Polen och Frankrike och en underjordisk facilitet utanför London.
En el sudoeste de Polonia existe una extraña estructura circular con columnas y unos túneles cercanos. Es el Stonehenge de Hitler, algunos creen que los nazis probaron intrigantes naves aéreas; En la década de 1930, la ciudad portuaria china de Shanghái era conocida como la "París del Este". La población crece, la economía en auge, el arte y la cultura florecen. Un punto culminante de la arquitectura Art Deco emerge en el centro de la metrópoli, pero detrás de la fachada de filigrana del magnífico edificio, la sangre corre a raudales. El matadero de 1933, para matar animales de manera más rápida, fácil y eficiente, alimentando así a la población. En la II Guerra Mundial, la muerte en el matadero adquiere otro significado; Una larga línea de hormigón extendida a través de la campiña francesa, se erige como un monumento a un avance de ingeniería desechado, el Aerotrén; Y una casa aislada con una instalación subterránea en las afueras de Londres, el búnker nuclear de Kelvedon Hatch.