Carlota debe acudir a una revisión rutinaria por su embarazo y, cuando llega a la consulta, descubre que su ginecóloga habitual no está y que ha sido sustituida por Roberto (Mario Picazo), un novio que tuvo tiempo atrás. Carlota se siente tan incómoda que decide irse, dispuesta a no confesarle nada de lo ocurrido a Gonzalo. Sin embargo, éste se entera por medio de Sergio de que el nuevo doctor de la madre de su hijo es un hombre y no está dispuesto a dejar que ella pase sola ese trance. De este modo, acude por sorpresa a la clínica justo cuando Carlota ha tomado la determinación de olvidarse de los prejuicios y someterse al análisis médico. Por otro lado, Sergio continúa con sus juergas nocturnas. Gonzalo le recrimina que utilice la casa que le ha prestado para sus fiestas, y el chico anula la siguiente, a la que iban a acudir Vero y Diana. Cuando éstas se enteran, deciden hacerla por su cuenta y riesgo.