David ha vuelto de Barcelona a recoger algunas cosas antes del parto, entre ellas la cámara de vídeo de Gonzalo para grabar el nacimiento. Todos quieren acompañarle pero David les hace saber que la familia de Cristina sólo quiere que esté presente la familia más allegada. Carlota está dispuesta a ir pero Sole le sugiere que no lo haga. Se enzarzan en una fuerte discusión y se retiran la palabra. Carlota, abanderando a la familia Pérez y Sole a los Jimeno inician una dura guerra que parece no tener solución. Diana le cuenta a David que, durante el embarazo, su madre le escribió una carta contándole cómo era su vida y por qué había decidido tenerla. David decide hacer lo mismo pero grabándolo en una cinta de vídeo. Sin embargo, mientras lo está haciendo se da cuenta de que su vida es un desastre y que nunca ha hecho nada importante. Se deprime y Diana le sugiere que sean sus amigos los que hablen de él. Sin embargo, como Carlota, Sole y Paco están peleados la grabación resulta un desastre. David, completamente hundido decide no volver a Barcelona y olvidarse de su hijo. Diana decide tomar cartas en el asunto y obliga a que todos hablen de David ante la cámara. Para su sorpresa todos terminan burlándose de él y haciendo las paces. Será Aida la que convenza a David de que sea como sea su hijo es su hijo y él no tiene por qué ser perfecto. Todos celebran la reconciliación y la decisión de David de volver a Barcelona con todos ellos. Sin embargo, cuando va a buscar la cámara de vídeo para grabar el momento ve la grabación de momento en que todos se burlaban de él. Enfadado decide irse a Barcelona él solo.