Un juez le otorga el cuidado de los niños a Federico. Vicenta no lo puede creer y decide ir a juicio porque no está de acuerdo con la decisión del juez. Christian le confiesa su amor a Vicenta, pero ella no está lista como para estar con nadie. Federico le ofrece a Karelis que sea quien se encargue de los niños, y ella acepta el trabajo, a pedido de Vicenta, ya que ésta quiere quedarse tranquila. En el funeral de Pascual, su hijo Salvatore bebe champagne y luego se descompone y lo llevan al hospital. Allí le hacen un lavaje de estómago y los médicos determinan que lo envenenaron. Francesca, la esposa, declara que Inmaculada lo envenenó y se va del país. Sin embargo, a quién aparentemente le convenía que Salvatore muera era a Francesca.