Pascual pasa a ser una víctima más de la viuda negra. Él es atacado por el asesino y tirado en un basurero una vez muerto. La Unidad de Homicidios comienza a investigar el caso. Por supuesto, apuntan como posibles culpables no solo a la Baronesa y a Salvatore, sino también a Julio. La realidad es que aún no tienen ninguna prueba que demuestre lo que ellos piensan. Federico, decidido a hacerle la vida imposible a Vicenta, se presenta en su casa con una orden de tenencia de los niños. Él está dispuesto a vengarse por el lado que a ella más le duele. Además, Federico amenaza a su vez a Christian y lo hecha de la chocolatería Humboldt. Iris declara en contra de Simón, por lo que es arrestado.