Catalina y María del Pilar aceptan que sus parejas asistan a la despedida de soltero de Nicolás, pero con la preocupación latente de que haya mujeres que los hagan pecar nuevamente. Sin embargo, sus nervios quedan totalmente disipados cuando Nicolás y los demás abogados aparecen junto a ellas disfrazados de policías y dispuestos a hacerles un erótico baile.